Moneda simbólica de teléfono de Hungría

Al principio, la demanda de teléfonos era enorme, pero técnicamente era difícil satisfacerla. Los teléfonos públicos manejaban un tráfico relativamente bajo. Los empresarios que tenían teléfonos celebraban contratos especiales con la compañía telefónica, lo que implicaba pagar el doble de la cuota de suscripción, pero a cambio se les daba la oportunidad de operarlo como un teléfono público. Las personas que llaman ocasionalmente pueden hacerlo por una pequeña tarifa. Las empresas desarrollaron dispositivos resistentes a la intemperie y al vandalismo. Estos dispositivos incluían un casquillo protegido y un recolector de monedas. Las estaciones telefónicas pueden estar interiores (en tiendas, vestíbulos de hoteles) o exteriores (en la calle). Los teléfonos exteriores estaban blindados, mientras que los de interior no necesitaban protección porque estaban bajo vigilancia. La moneda del teléfono público húngaro fue creada por Sándor Boldogfai Farkas, escultor y artista de monedas, y fue utilizada por la Oficina de Correos en los teléfonos públicos desde 1946 hasta la década de 1970. Tiene su origen en una situación en la que alguien depositó dinero en un marcador telefónico y luego esperó pacientemente a que se conectara la llamada. Cuando llegó el momento esperado, un sonido de campana señaló que la moneda había caído en el zócalo al caer. Esta analogía se utiliza en el habla cuando alguien entiende algo sólo después de pensarlo o experimentarlo durante mucho tiempo.